"La gran masa de la población está sometida al condicionamiento ideológico de unos medios de comunicación cada vez más dependientes del mensaje imperialista. Sólo una revolución de las conciencias puede ponerle freno a esa avalancha ideológica y a ese vasallaje cultural… sustituir la inconsciencia actual por una conciencia real.” Ludovico Silva

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Preocupados ante el rumor de cambios de ministros del Gabinete de la República Bolivariana de Venezuela, que próximamente realizará el presidente comandante Chávez, y en vista que para el despacho de la cultura se puede producir un nuevo enroque Soto por Farruco o Espinoza por...y afortunadamente no se puede dar la vuelta Armas por Farruco...
Teniendo en cuenta las anteriores razones y sumado a que carecemos de proyecto político en lo cultural, hacemos este llamado para ofrecerle nuevas opciones a este cargo estratégico y prioritario para la des-ideologización necesaria y la profundización de nuestro proceso revolucionario.

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miércoles, 7 de abril de 2010

OTRA VAINA CULTURAL QUE NOS LLEGA DE

"Milicianos Culturales en Combate"


TRES ERRES Y MOTOR MORAL Y LUCES, TOTALMENTE ATASCADOS EN MÉTODOS Y PRÁCTICAS CUARTO REPUBLICANAS PUNTOFIJISTAS CAPITALISTAS


El regreso del farrucato es una muy mala noticia para quienes teníamos la esperanza de que las tres erres se aplicaran a fondo en el campo de lo cultural.


También para los que llegamos a pensar que a ellas se agregarían algunas erres mas como la de “Reivindicación “para los compañeros y colectivos irreverentes y levantiscos señalados por el ministro dictador ( y por sus pequeños comisarios) como contrarrevolucionarios , tontos útiles de la Cía.

Pero si reflexionamos serenamente sobre lo ocurrido, llegaremos a la ineludible conclusión de que la aparición en el campo revolucionario de una persona con las características y manera de proceder de Francisco Sesto, era la lógica consecuencia del vacío y desorientación en nuestras propias filas, consecuencia a su vez de la falta de un constructo teórico a la medida del tremendo desafío que supone la creación del socialismo para el siglo XXI.

Lo coyuntural y urgente nos distrajo de lo importante; dirigir los poderes creadores (y curadores) del pueblo hacia la consecución de un nuevo paradigma capaz de iluminar el camino hacia la consolidación de la Revolución Bolivariana.

Tarea nada fácil teniendo en cuenta el grado de división, postración, ensimismamiento y oportunismo clientelar de un “sector cultura” donde hizo metástasis la enfermedad terminal de la cuarta república.

El caso de ATCC (Artistas y Trabajadores de la Cultura con la Constitución) dio la medida de la naturaleza del desafío, tanto como de las debilidades en el campo de quienes nos sentimos llamados a la lucha por la construcción, en lo cultural ,de un poder popular constituyente con la horizontalidad como norma.

Quienes vivimos esa experiencia, pudimos pulsar hasta que alturas de calidad y eficacia transformadora puede llegarse cuando el talento se une en un objetivo común ; pero desgraciadamente ,también lo frágil de las alianzas cuando no se comparte una visión política e ideológica.

Quien fuera presidente del CONAC, un meritorio y talentoso artista plástico provenientes de la izquierda, que bajo el auspicio de la corte de Sofía Imber y Antonio Abreu llegó a transformarse en influyente burócrata de la cultura, vió en ATCC. el puente de plata hacia la creación de un Ministerio de Cultura bajo su dirección.

Bastó una llamada desde su despacho en el hoy desaparecido CONAC para que surgiera la insalvable grieta que terminó con ATCC.

Se dice que las revoluciones suelen devorarse a sus actores. Cuando la revolución es auténtica termina (o empieza) devorándose a los oportunistas.

Quiso la mala suerte ( la de nuestro personaje) que el derrumbe del breve “Carmonato” y el regreso de Chávez en hombros del pueblo , sucedieran solo horas después de que apareciera en la prensa golpista unas declaraciones suyas anunciando que estaba preparando su despacho para lo que decidiera el nuevo gobierno de transición.

En momentos en que el Fiscal Isaías Rodríguez denunciaba el golpe de estado (engañando a los medios golpistas que lo entrevistaron pensando que confirmaría la versión de la renuncia de Chávez) y que, para colmo, hasta un ferviente opositor como Teodoro Petkoff adoptaba igual postura, nuestro fogueado “operador cultural” daba el traspié que selló su suerte y la de su demagógicamente proclamada “Revolución Cultural.”

Mientras tanto, el puñado de miembros que continuamos en ATCC tratando de hacer control de daños, no fuimos capaces de detener su colapso final.

Pronto nos vimos sumergidos en una polémica que iba desde la postergada pero ineludible definición política y programática del colectivo; hasta la postura a adoptarse frente a los rumores sobre nombres postulados- sin participación alguna del soberano -para “dirigir” el rumbo de las políticas para el “sector cultura”.

De haber podido contar entonces con la experiencia que ahora se tiene, ninguno de estos aspectos sería obstáculo para alcanzar la unidad. Una unidad que parte de la adecuada focalización de los objetivos comunes y de la correcta evaluación de nuestras debilidades y fortalezas para alcanzarlos..

Pero como dice el dicho “nadie sabe hasta que aprende”.

De allá para acá, aprendimos a desconfiar de los falsos radicales, aquellos que adoptan poses discursos y simbología ultra- revolucionaria, mientras sus hechos los desmienten .

De los que se les quiebra la voz y se le extravía la mirada frente a un “sobrao” Ravell que se atreve a decir en sus narices en la A.N. que al fiscal Anderson “no lo asesinaron con C4 ,y ni siquiera con C3” ;declaración que a la par que merecer su inmediato retiro del recinto por grave ofensa a la comisión que lo interpelaba , debió haberlo enviado derechito ante la Fiscalía de la República encargada de investigar aquel abominable crimen.

Aprendimos también a desconfiar de “revolucionarios” de la categoría de aquel conocido cineasta que en nombre la “pureza ideológica” que está muy lejos de representar, en un artículo publicado en Aporrea en 2005 .señaló que las motivaciones de Walter Martínez se podrían interpretar como parte -y citamos_ “de una de las maniobras mas astutas de la maquinaria contrarrevolucionaria del país”.

¿Y qué decir de un ministro de cultura que en un alarde de impúdica demagogia, inicia su gestión prometiendo “transformar a Venezuela en uno de los países más cultos del planeta”?

Una vez en funciones y violando toda norma ética , se edita sus propios libros con dineros públicos , decide los premios de literatura , artes plásticas o música, declara que no hay nada de malo en otorgar a dedo obras que requieren licitación, incumple contratos firmados, desafía a una dama (incómoda y certera crítica de su gestión) a subirse a un ring a quince asaltos; declara desconfiar de las ideologías; acepta que su viceministro en un enjundioso artículo en “Todosadentro” lo califique de” Comandante de la Cultura” , envía a la Bienal de Venecia una obra que conjuga una pésima calidad artística con un contenido racista inédito en Venezuela, para luego , cuando respetables voces advirtieron que formaba parte de un montaje propagandístico de la derecha golpista, asustado, decide inconsultamente su retiro, dejando al gobierno desarmado ante las acusaciones de censura a las artes , propaladas por la prensa de la derecha mundial.

¿Cómo calarse el regreso de quién además permitió la demolición memoricida del Cuartel San Carlos, donde se borraron de sus muros hasta los testimonios del paso de Chávez y los insurrectos del 4 de Febrero del 2002?

No hay mas que leer un escrito suyo impreso en un lujoso catálogo que presenta los distintos proyectos para su transformación en un Centro Nacional de Culturas, para dar con el principal autor intelectual de tal irreparable desastre.

En efecto; de su puño y letra puede leerse que el recuerdo de los patriotas revolucionarios que allí eran salvajemente torturados por - entre otros - el propio Posadas Carriles ,puede estar ligado a privaciones en momentos difíciles” ( sic)

¿Privaciones en momentos difíciles? ¡Algunos fueron privados de la vida Farruco!

Más abajo consigna; “Tal vez, con el tiempo, haya quien vea su estancia en prisión, como el producto de un pecado de juventud.” Y en un lamentable esfuerzo para hacer potable tan indigesto y escuálido comentario, remata con la afirmación de que “la gran mayoría debe considerar un honor su paso por el San Carlos por haber enarbolado unas ideas; cualquiera que estas sean.

No hay duda; Farruco no cree en las ideologías; todas le parecen equiparables.

Tanto las que “enarbolaron los que allí pasaron su estancia en prisión por deslices juveniles”, como los que demolieron todo testimonio de las luchas populares antiimperialistas o sustituyeron hasta los postigos originales de madera por réplicas en hierro patinado.

No olvidamos el maltrato del arquitecto José Manuel Rodríguez, Presidente del Instituto de Patrimonio Nacional a Eva Golinger por haber denunciado estos desmanes. También recordamos que Rodríguez fue repudiado por su negativa a prestar los espacios del Cuartel a un grupo de ex presos políticos para la conmemoración de los 35 años de la fuga en la cual 23 revolucionarios conquistaban la libertad para unirse a la lucha revolucionaria en campos y ciudades. Con esa actitud se estaba atropellando de paso a la Comisión Especial de la Asamblea Nacional Investigadora de Asesinatos Desapariciones y Torturas de las Décadas de los Años 60,70y 80.

¿A nombre de la Cultura? Si ¡La del olvido histórico!

Milicianos Culturales en Combate

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